Una nueva obra en Torre del Mar en pleno mes de agosto. La Avenida Andalucía, en su zona oriental, ha comenzado ya con la habitual parafernalia que rodea a toda obra urbana: colocación de vallas, espacios para aparcar, señalizaciones y desvíos de tráfico. Lo habitual, si no fuera porque estamos en el mes de agosto, con el verano en su punto álgido y miles y miles de visitantes y turistas disfrutando de su periodo vacacional en nuestra tierra.
Y, sobre todo, porque el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vélez Málaga aún no ha resuelto la obra de la Plaza de la Axarquía, que tiene la circulación al tráfico desde Vélez totalmente cortada porque calle Angustias continúa patas arriba. De hecho, ahora se ha tenido que volver a levantar todo el suelo con el cemento que se vertió para que pudiese transcurrir con un mínimo de normalidad la procesión del pasado 26 de julio. El retraso de esta obra amenaza con irse ya hasta el mes de septiembre, algo ya asumido desde la propia organización.
La mala planificación del equipo de gobierno en Torre del Mar se acentúa aún más porque en la zona del SUB-T12 hace ya 10 días que comenzó la instalación de todo el arsenal necesario para celebrar un nuevo y costoso macroevento, el festival de música electrónica ‘Elrow’, que ha provocado que mengüe el aparcamiento y que los vecinos y visitantes sufran de nuevo para poder acceder a la playa, con numerosas protestas de personas con movilidad reducida.
Todo esto, unido a la caótica reordenación de los aparcamientos con la puesta en práctica de una caótica zona azul, sin aportar información a los vecinos, sin anunciarlo previamente y con el lógico enfado de vecinos y estamentos, excepto de la Asociación de Comerciantes, por cierto.
Nuestro presidente, Jesús Lupiáñez, recuerda el espíritu constructivo de las observaciones del Partido Popular, pero se lamenta que esta coctelera ya descrita, en pleno mes de agosto y con la población multiplicada por cuatro, por una mala planificación y un exceso de costosísimos conciertos, han convertido a Torre del Mar en una gran ratonera de tráfico e incomodidades. Una verdadera lástima.